Hasta hace algunos años los torneos europeos, a nivel de clubes, eran un parámetro para tener una idea de que país era superior a los otros, porque sus equipos tenían, solo, un máximo de tres jugadores extranjeros y el resto eran nativos.
Hoy en día hay equipos que tienen un jugador nativo, e inclusive hay otros que juegan con puros extranjeros, entonces cuando un equipo gana muy probablemente no estaría ganando un país, sino una institución con características de empresa, una "transnacional"?, ese es otro tema.
De todas formas entre los años 1994 a 1998 se formó uno de los Borussia Dortmund inolvidables, fiel representante de esos clubes que tienen su base en jugadores nativos y se refuerzan con los extranjeros simplemente necesarios.
Ese sorprendente Dortmund tenía una base de jugadores alemanes de primer nivel que formaban parte de la Mannschaft de ese entonces.
Entre esos grandes jugadores que ganaron con autoridad la Champions de la temporada 1996-97 tenemos a: Kohler, Jorg Heinrich, Stefan Reuter, los históricos Andreas Moller y Matthias Sammer; entre los extranjeros estaban: el escoces Paul Lambert, el suizo Chapuisat y el portugués paulo Sousa.
Este equipo, del capitán Sammer, derrotó en la final de Europa a una Juventus que jugaba su tercera final consecutiva y contaba con jugadores de la talla de Alessandro Del Piero y Zinedine Zidane.
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