lunes, 3 de octubre de 2011

MARTÍN PALERMO


COMENTARIO PERSONAL.-Cuando lo conocí me impresionó lo impactante de la noticia, no por algún aspecto futbolístico sino por la polémica de la información. Era una producción fotográfica de él vestido de mujer, eran las primeras "notas" que el delantero daba a una revista cuando se estrenaba como goleador del fútbol argentino en el Estudiantes de La Plata.


Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que empezara a disfrutar de sus goles. 

Son muchos los goles que recuerdo con cariño: 1999 gol a River en la Bombonera, casi desde el mediocampo cuando Boca estaba en inferioridad; el gol de nuca en Rosario a Newells; el golazo de larga distancia por la Libertadores al Atlas, etc.

Pero los goles que jamás olvidaré, serán los dos que le hizo al real madrid por la copa Intercontinental del año 2000. 

Supo hacer duplas de ataque con otros grandes jugadores: Claudio Caniggia, Gillermo Barros Schelotto, Marcelo Delgado, Rodrigo Palacio, Carlos Tevez.

Para mí, fue uno de los mejores centrodelanteros de los últimos 15 años, con un físico clásico para esa posición y con ciertas excentricidades a la hora de festejar sus goles que siempre cautivan a los hinchas fanáticos. Lastima que al igual que a muchos otros grandes jugadores las lesiones interrumpieron muchas veces su vertiginosa carrera. Palermo terminó haciendo historia en Boca, pero qué hubiera pasado si no se hubiera ido a Europa?, en estos momentos tal vez estaríamos hablando de un récord inalcanzable.
     
Siempre creí que hubiera sido mejor para él aceptar la oferta que le hizo el año 1999 la Lazio, pero la dirigencia de Boca tomó su decisión. 

Martín tenía una deuda con la albiceleste, por los tres penales fallados en la copa América 1999; pero las saldó con creces con el gol convertido a Perú por las eliminatorias, que le valió a la selección de Maradona el pase directo a Sudáfrica 2010. 

La prensa y los hinchas lo apodaron "Titan", y yo estoy de acuerdo, fue un Titan del gol en la historia de Boca y del fútbol mundial, con garra, pasión y convicción.