martes, 4 de octubre de 2011

GABRIEL OMAR BATISTUTA


COMENTARIO PERSONAL.- En las eliminatorias a USA 1994, Argentina jugaba el repechaje contra Australia, el partido de ida había terminado 0 a 0 y el de vuelta se jugaba en Buenos Aires. El empate a cero se mantenía y parecía que ni Diego Maradona iba a salvar a la albiceleste. Hasta que apareció él, a decir verdad me dio la sensación que su intención era mandar un centro, sin embargo, eso no importó ya que Argentina se clasificaba al mundial con gol convertido por el "Batigol".

A partir de ese año empecé a conocer la leyenda del, hasta ahora, máximo artillero de la selección argentina con 56 goles en 78 partidos.

En los años 90s siempre trataba de seguir los partidos que jugaba la Fiorentina, ya que Batistuta era el equivalente en la ciudad de Firenze de lo que fue Maradona para los napolitanos. No olvido el golazo que le hizo al Arsenal por la Champions 1999, con el que la "Viola" se llevó el triunfo de Wembley.

El año 2001 fue pieza clave para que la Roma gane su tercer scudetto; recuerdo que "la loba" tenía una gran plantilla con jugadores como: Delvecchio, Emerson, Tomassi, Lima, Cafú, Montella; pero la dupla ganadora era Totti-Batistuta.

A pesar de no ganar ni un mundial con su seleccionado, Batistuta cumplió metiendo goles en tres mundiales. Fue muy penoso verlo llorar a cantaros cuando su selección nacional fue eliminado del mundial Japón-Corea 2002. 

Cuando llegó al Internazionale ya se notaba a un jugador cansado, sobre todo por las lesiones en su rodilla. Las infiltraciones que le hicieron a lo largo de su carrera ahora le pasan factura y le impiden patear la pelota en un "picadito". Creo que eso pasa cuando se juega a un gran nivel.

Batigol demostró muchas veces como un jugador lo da todo por los colores de su país. Muchas veces jugaba lesionado con tal de estar en su selección, por ejemplo: en las eliminatorias al mundial 2002.

Tenía una polenta increíble, para su tamaño y corpulencia era muy veloz. Se enfrentó a los mejores defensores del mundo y casi siempre ganó, recibió muchas ofertas de equipos grandes pero siempre las rechazó por el amor que le tenía a los tifosis violas y a la ciudad. Cuando se cansó de luchar por ganar el Scudetto con la Fiorentina se fue y se dio el gusto de ganarlo con la Roma y entrar en la historia grande del club. 

Para mi era un delantero ejemplar, se entregaba por igual para sus clubes y su selección. Un ejemplo de futbolista que a pesar de todo siempre declaró no gustarle ver fútbol por televisión.