El 25 de julio de 1993, Bolivia en una tarde de invierno, le quitaba el invicto de 40 años en eliminatorias que ostentaba la selección de Brasil, la victoria fue de 2 goles contra 0, ese día todo un país vibró de emoción, sin distinción de clase, género, raza o color; después de muchos años de intentar llegar a un mundial, ese día se daba un paso vital para la clasificación, sin embargo Bolivia no se daba cuenta de las funestas consecuencias que traería ese resultado para su fútbol.
Bolivia jugó el mundial de USA 1994 con relativo éxito, teniendo en cuenta que era su primera participación por mérito y no por invitación después de 44 años, sin embargo el complot estaba ya en marcha, por ese entonces el presidente de la FIFA, era el brasileño Joao Havelange y que parece que el título logrado en ese mundial por su selección no fue suficiente para que deje de tener la de un país en su mira.
Como era de suponerse recibió el respaldo de los tres "grandes" de Sudamérica, Argentina con Julio Grondona, Uruguay con Eugenio Figueredo y Brasil con Ricardo Teixeira; el resto de países en Sudamérica, en algunos casos apoyaron el veto y otros prefirieron callarse. A pesar de tratarse de un ataque a la soberanía de una nación, el veto encontró eco en algunos dirigentes bolivianos, obviamente, interesados en que se coarte la libertad de practicar deporte en ciudades altas, poniendo en escena cuadros teatrales totalmente reprochables, dolorosos y que felizmente quedaron en el olvido.
Los argumentos que enarbolaban para el veto a ciudades de 2.500 metros sobre el nivel del mar, estaban referidos a la aclimatación para las eliminatorias de "todos contra todos" y la práctica del fútbol sin ventajas extradeportivas, que casualidad que ese argumento haya aparecido después de la derrota de Brasil y no desde 1925 que es cuando se funda la Federación Boliviana de Fútbol.
La historia del veto a la altura tiene muchas batallas:
1º.- Bolivia gana a Brasil por las eliminatoria a USA 94, muchas federaciones se unen para vetar los partidos de fútbol disputados a más de 2.5000 m.s.m., los argumentos: "la aclimatación" y el "equilibrio deportivo"; el 31 de mayo de 1996, después de una lucha ardua de las autoridades deportivas y políticas de Bolivia, la FIFA oficializa su decisión de levantar el veto a la ciudad de La Paz, el Comité Ejecutivo decide: "La federación Boliviana de Fútbol estará autorizada para organizar partidos de la competición preliminar de la Copa Mundial en la ciudad de La Paz, SI ASÍ LO DESEA" (Fuente: Periódico "Última Hora, suplemento "Hora deportiva", Pág. 2 del 1/06/1996).
2º.- El año 2000 volvió la polémica, antes de las eliminatorias a Japón-Corea se volvía a hablar de la altura, sin embargo, felizmente para Bolivia coincidió con las elecciones de la FIFA y Joseph Blatter cual político y dirigente que es visitó la ciudad de La Paz, esa visita fue propicia para que declarase textualmente: "El tema de la altura para mí está totalmente arreglado, pero pido por favor permitan que la FIFA cumpla con todos sus procedimientos internos" (Fuente: Periódico "El Diario", Suplemento "El Deportivo", Pág. 4 del 12/02/2000). Ilusamente, las autoridades del estadio Hernando Siles, colocaron una placa en el frontis con una frase que el suizo pronunció en territorio boliviano: "Yo nací entre las montañas. Mi pueblo, en Suiza, está frente a los cerros más altos de Europa. Por eso, la altura no me da miedo".
3º.- El año 2007 la Comisión médica de la FIFA prohibió jugar fútbol a mas de 2.500 m.s.m, está decisión afecto de forma directa a ciudades como Cusco, Quito y Bogota; y a diferencia de otras intenciones de vetar el fútbol en altura, esta decisión fue tomada por el Comité médico y no por el Órgano Ejecutivo de la FIFA, la reacción de esas ciudades obligó a la FIFA a rectificarse y determinó que no se jugase a más de 3.000 m.s.m., el argumento: "razones médicas para proteger la salud de los jugadores". El 26 de mayo del mismo año, después de otra larga y ardua batalla de los dirigentes y políticos de Bolivia el veto quedo sin efecto.
Fueron 12 años de arduas batallas, donde Bolivia dedicó su tiempo y esfuerzo a una lucha que parece no tendrá fin, por cometer el pecado de quitarle su invicto a Brasil. En ese lapso de tiempo se juzgó al futbolista boliviano, acusándolo de jugar bien y ganar solo en ciudades de altura, como si no podría mostrar su clase a nivel del mar. Mentalidad inculcada que por el momento parece les surtió efecto.
¿Y por qué tanta interferencia de políticos en cuestiones deportivas?, porque en Bolivia el fútbol SÍ es cuestión de Estado, porque desde la creación de está República, hoy refundada como Estado Plurinacional, este deporte fué, es y será uno de los factores más importantes de unión nacional; muy aparte de ser el deporte más popular y practicado.
La televisión fue en estos últimos 10 años personaje principal para el adoctrinamiento de jugadores y dirigentes en contra de las ciudades de altura; ¿los enemigos?, periodistas, comentaristas y relatores de cadenas latinoamericanas como la desaparecida PSN y hoy en día Fox Sports.
Pero los argumentos utilizados hasta el día de hoy contra la practica del fútbol en ciudades de altura no parecen tener sustento, ni histórico, ni deportivo, ni médico.
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