COMENTARIO PERSONAL.- El club Bolívar de La Paz tuvo por mucho tiempo y en muchas ocasiones como hijo prodigo a Baldivieso, un mediocampista que no necesitaba correr para demostrar su clase. La hinchada celeste no tardó en adoptarlo como icono del club.
Jugó el mundial de USA 1994 con 22 años, hasta el año 1995 era un viejo lobo de mar en la copa Libertadores hasta que lo contrató Newells Old Boys de Argentina. Ese fue el inicio de un periplo que lo llevó por distintos clubes: Yokohama Marinos, barcelona de Guayaquil, Cobreloa, etc.
Julio Cesar era un autentico número diez, cobraba los tiros libres de forma majestuosa, tanto es así que los cronistas deportivos lo apodaron el "emperador". Las mejores actuaciones que le vi fueron con la selección y con el club Bolívar, eso sí, las crónicas que llegaban desde Argentina reflejaban una gran nivel en el equipo Rosarino.
De todas las copas Libertadores que jugó, para mí, la mejor fue la del año 2000. Sus goles en la primera fase y su liderazgo ante Nacional de Montevideo, convierten a ese torneo inolvidable. Por esos días, una selección boliviana sin él era difícil de entender, ya que siempre fue querendon de la "verde" y el máximo defensor del futbolista boliviano.
Retirado se dedicó a la dirección técnica y todo parece indicar que será un DT exitoso, así como lo fue como futbolista.
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